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No me ha prohibido nada, y en esta casa nadie tiene más autoridad que yo. Pero usted es su esposa. Tener relaciones sexuales con usted, sería pecar contra Dios.

10 Y aunque todos los días ella le insistía, él la rechazaba. 11 Un día, José entró en la casa para hacer su trabajo. Entonces ella, aprovechando que no había nadie en la casa,

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